Postales del pacífico
El Pacífico tiene algo especial. No importa si es en Australia, Indonesia, México o California, siempre hay una energía que invita a la aventura y al descanso al mismo tiempo. El sol cae distinto en cada costa, pero siempre deja su rastro dorado en el agua. El mar cambia de humor, a veces es salvaje, a veces es puro cristal, pero siempre hipnotiza.
Esta serie de fotos nace de momentos vividos junto al océano: días de playa sin prisa, atardeceres que pintan todo de naranja, caminos que terminan en acantilados, la emoción de esperar la ola perfecta o simplemente el placer de dejarse llevar. Son imágenes que capturan esa sensación de libertad, de sol en la piel y sal en el aire.
Para mí, estas fotos son un recordatorio de lo que significa estar presente, de lo simple que puede ser sentirse vivo cuando estamos cerca del mar.
There’s something special about the Pacific. Whether it’s Australia, Indonesia, Mexico, or California, there’s an energy that invites both adventure and relaxation. The sun sets differently on every coast, but it always leaves a golden trace on the water. The ocean shifts its mood—sometimes wild, sometimes glassy calm—but it always mesmerizes.
This photo series comes from moments lived by the sea: unhurried beach days, sunsets that turn everything orange, roads that end at cliffs, the thrill of waiting for the perfect wave, or simply the joy of letting go. These images capture that feeling of freedom—sun on your skin, salt in the air, time slowing down.
For me, these photos are a reminder of what it means to be present, of how simple and fulfilling life can be when we’re close to the ocean.
